tratamiento
La posibilidad de actuar sobre los problemas de la ATM es limitada y los resultados, en ocasiones, no son muy buenos. Existen varias modalidades de tratamientos.
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Tratamiento farmacológico: Consiste en administrar antinflamatorios para disminuir el dolor y la inflamación de la articulación.
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Educación del paciente: Le daremos una serie de pautas o hábitos para evitar que la patología empeore. No sobrecargar la articulación, enseñar a realizar correctamente los movimientos mandibulares son algunas de las recomendaciones. Consulte nuestra sección de Información para más datos.
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Tratamientos con férulas: Existen diferentes tipos de férulas, de relajación o descarga, de reposicionamiento anterior, pivotantes… si bien la más común es la de descarga.
Estas férulas son dispositivos que se colocan entre las arcadas dentarias y que pueden tener varias funciones, las de descarga producen relajación de la musculatura masticatoria y las de reposicionamiento y las pivotantes, recolocación de los cóndilos mandibulares cuando hay problemas de luxaciones discales.
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Infiltraciones con corticoides, ácido hialurónico, Botox® (toxina botulínica)…
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Fisioterapia: En algunos casos se puede optar por tratamientos con un fisioterapeuta. Éste le aplicará técnicas de distracción manual sobre la articulación mediante masajes. También es común el uso de ultrasonidos, TENS y calor húmedo.
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Prótesis y Ortodoncia: En el caso de problemas funcionales se debe equilibrar la oclusión restituyendo los dientes perdidos y eliminando los contactos prematuros o anómalos. Para ello en ocasiones se precisa rehabilitar mediante prótesis y/o ortodoncia toda la oclusión.
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Cirugía: En último caso, sobre todo si tenemos un bloqueo articular que nos impide abrir correctamente la boca, se puede recurrir a técnicas más invasivas como la artrocentesis (punción y «lavado» de la articulación) o cirugías mediante artroscopia.